¡Hola! En el post de hoy os traigo la última sesión que he hecho. No soy de subir las sesiones completas pero esta me va a servir para presentaros los cambios que he hecho en las tarifas de los servicios que ofrezco.
Desde hace tiempo llevaba pensando en optimizarlas en base a lo que la experiencia me ha ido enseñando que tiene mejor resultado. No solo en el material que entrego si no en la propia experiencia de la sesión tanto para la parte perra como para la humana. Así que a partir de ahora me gustaría potenciar las sesiones breves en tiempo, con una localización bien elegida que nos proporcione variedad en los fondos y con prácticamente los mismos resultados que ofrecía hasta ahora.
¿Por qué este cambio? Porque creo que va a ser la opción perfecta para quienes tenéis vergüenza a la hora de poneros frente a la cámara, que compartís la vida con un perros con miedos, que es muy joven y no para o es mayor y no tiene muchas ganas para pasar una hora de lado a lado haciéndose fotos.
Para ello os quiero enseñar las fotos que les hice a Lima y su familia. Fueron 30 minutos de sesión en una misma calle de Bilbao trabajando con una perrita de 5 meses con una energía desbocada. Fue tiempo más que suficiente para conseguir las 10 fotos a las que comprometo sin tener que ir de lado a lado de la ciudad o haciéndola pasar por el estrés del tráfico, la gente, el movimiento… ¡Espero que os gusten!
Y esto es lo que recibió la familia de Lima dos días después de hacer las fotos. Más de 10 fotos hechas en muy poquito tiempo para asegurar la salud mental del perro listas para compartir en redes sociales o imprimir en el tamaño que queráis. Os dejo el enlace con toda la información y las nuevas tarifas para que podáis echarles un ojo con la calma. Y como siempre, cualquier duda o sugerencia os espero en Instagram.
