¡Hola! Me llamo Maider y soy un poco perra.

Nací en el 91 y pocos años después empecé a hacer fotos. Recuerdo ir siempre acompañada de una cámara de carrete de usar y tirar. A clase, de excursión, en viajes de familia, con los animales de los que me rodeaba en mi día a día… 

Nunca había sabido de dónde venía esta afición por la foto, pensaba que todo había empezado como una afición más. Hasta que hace poco, rebuscando entre cosas de casa, encontré cajas llenas de fotos hechas por mi Aitite.

Años y años de fotos con todo tipo de cámaras compactas y analógicas dieron sus frutos y a los 15 recibí mi primera réflex de manos de mi tía. Desde entonces todo cambió y empezó lo que hoy ha terminado siendo mi forma de vida.

Tras terminar bachillerato artístico y cursar dos años de foto y vídeo comencé a trabajar como fotógrafa en todo tipo de proyectos. Desde entonces he trabajado en moda, bodas, eventos deportivos, fiestas, he hecho fotografía gastronómica, interiores, corporativa… he tocado todos los palos y todos y cada uno de ellos me han enseñado mucho en el mundo de la fotografía.

No fue hasta 2015 que encontré mi verdadera vocación y arranqué con MESTIZAA. Un proyecto en el que pude unir mis dos mayores pasiones: los perros y la fotografía. Desde entonces, mi vida gira en torno una idea en la que confié desde el primer día y gracias a la que he podido y puedo viajar, conocer a personas maravillosas y sobre todo vivir haciendo lo que más me gusta.

Vivo en el monte, en un pueblo pequeño cerca de Bilbao. Comparto una casita con dos perras y un marido que me hacen la vida más fácil y divertida. Cada vez me gusta más viajar cámara en mano en busca de perros, solos o acompañados, que me dejen hacerles fotos y entre mis vicios confesables están la ropa, los videojuegos y las patatas fritas.